dimecres, 11 de desembre del 2019

Dia Mundial de la Flilosofia



El pasado 21 noviembre, con motivo de la celebración del día de la filofofía, los alumnos y alumnas de nuestro centro llevaron a cabo en el Hospital General de Elche una serie de actividades culturales  que incluían teatralizaciones e interpretaciones musicales, de las que pudieron disfrutar pacientes, familiares y profesionales (https://www.diarioinformacion.com/elche/2019/11/28/filosofia-hecha-arte-hospital-general/2211120.html). Con ello se pretendía reivindicar la importancia y utilidad de la filosofía, no sólo como asignatura de los planes de estudio sino también en nuestra vida cotidiana y en esos momentos en los que tenemos que pararnos a reflexionar antes de tomar una decisión importante.

Por ello, desde aquí queremos recomendaros algunas novedades disponibles en nuestra biblioteca.

La primera es la serie de libros-juego de Ellen Duthie, una gaditana de padres británicos que desarrolla su pasión por la filosofía y la literatura infantil a través de la docencia y la escritura en sus numerosos blogs. 

Su proyecto editorial bajo el título de Wonder Ponder, que vendría a significar algo así como “asombrate y dale vueltas”, pretende fomentar el espíritu crítico conjunto de niños y mayores. Para ello cada caja contiene 14 láminas con hilarantes imágenes, realizadas por Daniela Martagón, sobre diferentes temas y preguntas en el reverso de las mismas. La serie está recomendada para niños mayores de seis años y también adultos, pues, a pesar de la apariencia infantil de las ilustraciones, cualquier adulto puede verse sorprendido por la profundidad de las cuestiones que pueden llegar a surgir durante el juego.

La primera de ellas, titulada Yo persona:¿cómo sabes que no soy un robot?, nos invita a preguntarnos nada menos que “qué somos y quiénes somos”



Las otras dos cajas-libro, Lo que tú quieras y ¡Pellízcame!, son una propuesta a reflexionar sobre la libertad y sus límites, y sobre la realidad, la imaginación y los sueños, respectivamente.






En resumen, esta colección constituye un recurso muy divertido y recomendable para aprender a mirar con atención y reflexionar sobre situaciones que no siempre son lo que parecen.



Otro libro, que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo desde su publicación en 1991, es El mundo de Sofía, del escritor noruego Jostein Gaarder. Esta obra, considerada ya un clásico de la literatura juvenil, nos ofrece un ameno recorrido por la historia de la filosofía occidental, desde los presocráticos hasta nuestra época. Para ello el autor se vale de una ficción novelada cuyo hilo conductor será una joven de 15 años llamada Sofía.

Sofía, que nunca ha tenido la menor inquietud por las cuestiones filosóficas, recibe un día en el buzón una extraña carta anónima con las siguientes preguntas:“¿quién eres?, ¿de dónde viene el mundo?”. Esta será la primera de una larga serie de cartas que Sofía irá recibiendo y cuyos contenidos constituyen un auténtico curso de filosofía por correspondencia que acaba enganchado a la joven, mientras ésta trata de desenmascarar al filósofo que se esconde detrás. La novela encierra además otros misterios que hacen avanzar la trama y que no vamos a desvelar aquí.

El mundo de Sofía es una magnífica novela que nos acerca al mundo de la filosofía de una forma muy didáctica y entretenida. El autor ha tenido el acierto de saber combinar muy bien los contenidos filosóficos con una narración de intriga en la que la joven Sofía irá descubriendo poco   a poco su propia identidad y su capacidad para cuestionarse la realidad que le rodea.

Por último una recomendación para padres y educadores. Se trata de una interesante obra de Jordi Nomen, profesor de Ciencias Sociales y de Filosofía, titulada El niño filósofo: cómo enseñar a los niños y a las niñas a pensar por sí mismos.

 Para el autor la filosofía, lejos de ser una aburrida asignatura que hay que memorizar y vomitar en un examen, es un saber que nos hace críticos frente a la realidad, creativos ante los problemas y cuidadosos a la hora de tratar a los demás.

En su opinión, los niños y jóvenes deberían ser educados en el pensamiento crítico y ser capaces de pensar por ellos mismos, dándose cuenta de que en nuestra sociedad hay situaciones injustas que es necesario cambiar. Se trata de adquirir una mirada filosófica y aprender a hacerse preguntas filosóficamente. En esta forma de educar los deberes mecánicos no tienen ningún sentido. Los únicos deberes que debería haber son los que mueven a pensar y convierten a los niños y jóvenes en ciudadanos críticos.

Desde esta perspectiva, la filosofía deja de ser algo puramente teórico para convertirse en algo útil, que nos incita a actuar y a ser mejores ciudadanos en una sociedad en la que existen diversidad de opiniones que es necesario saber conjugar para que nadie se sienta excluido.

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