CHARLA DE LA ACTIVISTA AFGANA NILOFAR BAYAT

 

El pasado martes día once, gracias a Amnistía Internacional Elx, las alumnas y alumnos de nuestro centro pudieron escuchar las palabras de esta mujer afgana, activista y jugadora profesional de baloncesto, que tuvo que huir de su país tras la llegada al poder de los talibanes.

 

Nilofar comenzó su charla hablando de su país y de los cambios que experimentó  con la toma de poder de los talibanes: 

Mi país es muy diverso. En él conviven diferentes etnias, cada una con su idioma. Es un país muy bonito y muy rico culturalmente. No es el blanco y negro que veis en los medios de comunicación. Por ejemplo, el traje típico de mi país es precioso, lleno de color. No es el burka.

Mi país siempre ha estado en guerra a causa de la ocupación de territorios por parte de ingleses, rusos y americanos. Es un país muy rico en recursos naturales y esto ha hecho que muchos países quieran  controlarlos para su propio beneficio.

Seguidamente, Nilofar habló sobre su traumática experiencia durante la guerra:

Mi vida cambió radicalmente con la llegada de los talibanes. En 1995 un misil cayó en el jardín de mi casa y resulté herida, perdiendo una pierna. Mi hermano de dieciséis años murió. Yo sólo tenía dos años. Cuando pasó esto mis padres corrieron a atender a mi hermano y se olvidaron de mí. Puedo entender que mis padres actuaran así, pero es algo que aún me produce rabia al recordarlo. Es como si las niñas estuvieran en segundo lugar, como si valieran menos que un varón.

Yo sangraba mucho. Al final alguien me llevó a un hospital cercano pero no pudieron hacer nada. Entonces me trasladaron a un hospital de la Cruz Roja. Allí permanecí sola durante ocho horas, tumbada en el suelo, sin saber nada de mis padres. Mi padre apareció una semana después. Mi padre pensaba que había muerto. En esa época era habitual que una familia perdiera a varios miembros, incluso más de tres, ya que en mi país las familias son muy numerosas.

 

Durante cinco años los talibanes se dedicaron a destruir mi país. Esta situación afectó especialmente a las mujeres. Todo nos estaba prohibido: trabajar, estudiar, salir de casa... Ahora, después de veinte años, es lo mismo. Da igual que seas hombre o mujer. Si no cumples las reglas te castigan públicamente o te encarcelan. Los talibanes dicen que ahora es diferente, que han cambiado, pero es mentira.

La violencia esta presente en la sociedad. No es sólo la violencia física. Hay muchos formas de ejercer la violencia. Por ejemplo casar a la fuerza a una niña de doce años con un hombre de sesenta es también una forma de violencia.

Nilofar, capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, destacó también lo importante que fue para ella el deporte:

En 2013 empecé a jugar al baloncesto. Esto me dio mucha esperanza, fue muy importante para mí. En Afganistán, ser capitana de un equipo es algo muy diferente. Aquí en España el deporte es una forma de vida, de ganar dinero; Pero allí, en Afganistán, las jugadoras eramos un modelo inspirador para las chicas, una forma de reivindicar nuestra lucha, de demostrar que somos fuertes y tenemos un valor como mujeres. Por desgracia todo eso cambió inesperadamente el 15 de agosto con la vuelta de los talibanes.

Como exiliada, Nilofar también contó sus dificultades a la hora de adaptarse a nuestro país: 

Estoy contenta porque tuve muchas oportunidades para poder jugar aquí. Juego en un equipo de hombres y me siento muy agradecida por ello. Pero en  mi interior hay un vacío. No siento lo mismo cuando juego aquí. Siento que pertenezco a otro lugar. Llevo catorce meses viviendo en España, pero todavía hay cosas que me resultan difíciles.

La activista afgana finalizó su charla con una petición a todos los asistentes:

Desde que llegue aquí no dejo de pensar en todas las mujeres que se han quedado en Afganistán. Durante los últimos veinte años, las mujeres han podido formarse, estudiar, trabajar en lo que querían. En el fondo los talibanes tienen miedo, les asustan las mujeres educadas.

Vosotras podéis sentiros muy felices de  vivir en este país en el que podéis salir a la calle y sentiros seguras, sin miedo a que os secuestren. Ahora, con la guerra en Ucrania los medios ya no nos prestan atención. Nos hemos quedado solas. Por eso yo os pido que no os olvidéis de las niñas de Afganistán, que nos apoyéis para que los países hagan presión contra el régimen taliban. Muchas gracias por escucharme.

 

Desde aquí queremos expresar nuestro agradecimiento a la coordinadora de Amnistía Internacional Elx, Maribel Hernández, así como a Nilofar Bayat, por su valentía y su testimonio. Muchísimas gracias!!!